Post-it [#67]: Corazón Delator


Un señuelo
Hay algo oculto en cada sensación
Ella parece sospechar, parece descubrir
En mi debilidad
Los vestigios de una hoguera
Oh, mi corazón se vuelve delator
Traicionándome.

Gustavo Cerati en «Corazón Delator»

Parecía una declaración más, así a la ligera. Altman está ad portas del quirófano y se la lanza a Karev: «Lo único peor que una operación mala es una asustada». No es misterio que «Poker Face» trata sobre miedos que paralizan, cálculos que  detienen, temores que cambian (y cambios que asustan), pero, lo siento,  es un capítulo desagradable de ver. Claro, está la estupenda línea de Kim Raver y el excelente cara entre Yang  y Callie… pero ¿qué más?  ¿Alguien sintió algo? ¿Se involucraron?

Terminé de ver Poker Face concluyendo que costaba meterse dentro de la pantalla en lo que iba de temporada y la razón era simple:  la historia carecía de progresión dramática. No había enganche, nada que nos hiciera preguntarnos que irá a pasar. Nada para sorprendernos.  Todo avanzaba hacia la obviedad,  las tramas eran autoconclusivas, y ya sé, están pensando en el desgastante nivel ocho de una serie de televisión, pero  no es excusa. No creo que Grey´s esté obligada a volver atrás en ningún sentido ni a satisfacer  la nostalgia del televidente. Sin embargo, estoy convencida que debe respetar ciertos estándares de calidad narrativa. Debe sacudirle el desgano a la Meredith que hoy nos ofrece Ellen Pompeo en clave comedia, quitarle el protagonismo a April; aplicarle desfibribilador a Arizona luego de que la dejaran agonizando en la temporada pasada (o lo que es igual: siendo una parodia de sí misma).

Terminé de ver Poker Face concluyendo  Shonda Land tiene que quitarse el miedo a que el elenco no renueve contrato (o disimularlo mejor). Sus guionistas  no  sólo ya no comentan sus creaciones en Grey´s Writers sino que también se muestran inseguros en la puesta en página. Los giros en la trama lucen tímidos, básicos, forzados .

Shonda Land  tiene que tomar una decisión y defenderla. Porque lo único peor que una serie mala es una cobarde.

Empezaron mal y debo culpar a Free Falling por esa sensación de improvisación e incredulidad (a ambos lados de la pantalla) que rodeaba a la S8 hasta ahora. En él no se lanzaron flechas, lineamientos ni perspectivas, por lo tanto nos quedamos sin objetivo, destino o lugar hacia el cual dirigir la mirada. El 8.03 lució mejor, pues ofreció lo que el punto de partida no tenía -oficio- pero le siguió un capítulo temático tan estereotipado como el 8.04. Me aburrí soberanamente  con«Qué pasa con los hombres” y su mezcla de visión masculina made in Cosmopolitan más su concepción friki-televisiva de manual. Seriously, a ninguno de los mencionados  dan ganas de revisionarlos, lo que es un muy mal síntoma. Pero…

Hay un detalle que a nadie le importa pero a mí me gusta mucho: los cirujanos cracks  en el universo Rhimes siempre son nombres con background teatral. A la lista de Faye Dunaway, Kate Burton, James Pickens, Chelcie Ross ,Peter  MacNicol,  Mary McDonnell se suma Debbie Allen como la madre de Jackson. La actriz -quien además tiene a su haber un par de grandes capítulos greysianos como directora- llega a ponerle algo de «Amor, pérdida y legado» al show. El 8.05 lleva un corazón escondido por ahí;  sale a la luz cada vez que la desesperante Sarah Drew se hace a un lado. Sus latidos se oyen en las escenas entre Meredith/ Cristina, y en una sutil teoría de la herencia que sobrevuela el episodio. En él  logran decir  mucho más de lo que  implica ser madre-hija que todos los intentos manoseados e ingenuos de la segunda mitad de la S7. La secuencia de Zola en brazos de Yang es excelente en ese sentido, así como la escena MerDer en el ascensor resulta más auténtica y emotiva que la mayoría de las palabras que se dijeron en las cuatro entregas pasadas.

El 8.05 posee  altura de miras al tratar el tema del legado entendido como lo que aprendes, lo que entregas o lo que recibes (genéticamente o no),  pero que sólo cobra importancia según lo que cada cuál haga con él.

La misma Allen, que más que una actriz es una fuerza de la naturaleza, pone su mirada a «Déjame entrar, coach», un capítulazo que llega oportunamente a hablar de liderazgo, capacidades y el arte de ir más allá de lo esperado. La  metáfora deportiva que a Shonda Land le hace sentido desde su coqueteo con esa entrañable serie llamada «Friday Night Lights»  llega aquí como un emotivo espejo de su propio quehacer. Como un llamado a reagruparse, a agradecer lo que se tiene, y a asumir lo que no. No puedo evitar simpatizar con el hartazgo de Shepherd con las medias tintas. Con el esperar sentado lo mejor. «Estamos manteniendo la fe» dicen las Twister Sister, mientras Alex se enfrenta un sistema estático, deficiente e intolerante, en una de las mejores subtramas que ha dado el programa. 

Porque si no se acuerdan, Grey´s fue concebido como un show sobre chicos entrando/sobreviviendo al sistema.

Que lo desafiaban a riesgo de que este pusiera un pie sobre ellos. Que lo soportaban para luego cambiarlo. Por eso pienso que la octava temporada más que un exceso es una oportunidad. Es la posibilidad de dar vida a la madurez de sus personajes y sí, al igual que la paciente de Derek, el procedimiento tiene sus riesgos… pero estos no deben mandarlos de vuelta a casa.

Anatomía- como en Disarm o en el 7.01- apela (dentro y fuera de pantalla) a la fuerza del trabajo en equipo, pero Shonda al igual que Bailey tiene que asumir que su ensayo está fracasando y necesita ayuda (El 8.05 y el 8.07, los mejores episodios a la fecha, están escritos por debutantes), darle la oportunidad de jugar a otros, y tener el coraje de sacarlos cuando no estén dando resultados.

Put me in, Coach es un sensible episodio sobre la entrega, la amistad y el aprendizaje en el set/hospital/campo de juego. Es decir, una celebración a su propia esencia greysiana en la cual los capítulos son corales pero  Yang y Grey  derrochan química, energía, encanto… Hay una secuencia que me gusta mucho y es la que enfrenta las miradas de Grey y Bailey mientras caminan en direcciones opuestas. No puedo evitar pensar en ella como una marca de crecimiento indeleble, como un antes y un después entre mentor y personaje. Como la constatación  de parte de Shonda Land que «tienes que volver al principio para entender el final»

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7 comentarios

  1. aironne

     /  29 octubre, 2011

    Celine ! como siempre no puedo estar más de acuerdo, desde la crítica totalmente constructiva que haces del inicio de temporada hasta el acertado análisis introspectivo que haces de éste último episodio, porque vaya capitulazo se ha marcado Shonda .

  2. mauib

     /  30 octubre, 2011

    La verdad que creo que una de las grandes fallas del Poker Face fue la dirección, ninguna de las dos ocasiones que ha dirigido Kevin McKidd han sido buenas y entonces un texto muy normalin sobresale menos.
    Pero si deben de darle más caps a Jeanine Renshaw que es la que hizo despegar un poco a Off the Map, que fue hasta el cap 7 que la serie me logro interesar y prendió la chispa, se dio cuenta de donde la serie podría sacar jugo, es una gran escritora.y el cap 11 es de esos que te hacen gritar.
    El ultimo cap me reí con Yang aceptando que esta ebria o April escuchando cantar a su corazón.
    Y no es de extrañar otro gran análisis Celine

  3. Mr.

     /  30 octubre, 2011

    Me encantan tus escritos, son interesantísimos y están muy bien escritos. Pero no entiendo y no comparto tu animadversión hacia April. Ha evolucionado muy bien, tiene una vis cómica impagable y que funciona y sinceramente, para mí está levantando el show en el apartado cómico. No puede molestar porque, aunque aparece bastante, casi nunca lleva el peso de la narración. Así que nada de menos April, porque es de lo mejor de esta temporada.
    El «I’ll tell you when i figure it out» en voz grave que le suelta a Bailey con los ratones, me robó una de las carcajadas más sonoras que me ha robado la serie en tiempos.

  4. Hurley

     /  30 octubre, 2011

    Un placer leerte como siempre, Celine… Tienes muchísima razón, llevo pensando lo mismo desde hace algunos capítulos y lo que a mi me da la impresión es que esta temporada va a ir poco a poco a mejor, pues el 8×05 y el 8×07 estuvieron, como dices, muy bien, y el 8×08 también tiene buenísima pinta… Lo único con lo que no concuerdo es con lo del 8×04, que a mi me encanto…
    Un saludo desde España

  5. Girvinia

     /  31 octubre, 2011

    Celine eres impresionante!….. y para hacerlo más impresionante todavía… he leido tu post con el Breathe de Anna Nalick…
    Gracias… espero leerte más y más y más veces…

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