Post-it [#64]: Yo quería ser mayor


-¿Saben qué pasará cuando crezcan? No, porque nadie lo sabe.

En la imperdible cinta Never Let Me Go

Hay dos costumbres de los realizadores de Grey´s Anatomy que me irritan: establecer paralelos entre la trama de la serie y Private Practice (embarazos, muertes, bodas…) y justificar su renovación poniendo como ejemplo a ER. Lo primero es falta de imaginación, lo segundo, una patudez.

Anatomía de Grey parte con el  despertar de Meredith en una casa grande y polvorienta al lado de un chico sin ropa y con sonrisa de príncipe azul. No sabe su nombre, pero más tarde sabrá que trabaja para él. Los televidentes seguimos a la chica en su auto y la  acompañamos en su ingreso a un hospital que la tendrá bajo las órdenes de la nazi e investigando al lado de otra chica de apellido Yang. En la recepción ambos jefes le hablan a ella y a sus compañeros de reglas, aguante y sobrevivencia. Será el comienzo de una dura noche. Será el primer día dentro de  un lugar que los pondrá eternamente a prueba. Implicará su inserción en un mundo amenazante.

ER comienza a la inversa, la amenaza está allá afuera y su protagonista, la sala de urgencias, aparece como el sitio seguro en que un equipo médico -preestablecido, aunque en constante rotación- intentará cubrir la emergencia, detener la hemorragia, reiniciar la normalidad del sistema. Estabilizar al paciente que viene herido desde el exterior.

Anatomía de Grey fue protagonizada por cinco internos en un programa de cirugía pero, durante la misma cantidad de temporadas, el bisturí fue sólo una excusa para obligarnos a verlos crecer. Fueron años donde las habilidades médicas servían de metáfora al aprendizaje de cualquiera, las reglas y crueldades del (des)amor, la amistad y la suerte corrían por los pasillos del SGH hasta dejarnos con los ojos humedecidos, la sonrisa inamovible o la aterradora sensación de que la vida  puede llegar a ser aquello que pasa mientras estás tirada en el baño intentando levantarte. O esa cinta que ya nadie ve porque transcurre en slow motion.

Pero, junto con los personajes, crecieron las ambiciones del equipo realizador. Grey´s pasó de serie de mid-season a fenómeno, de naturalidad a peinados de peluquería, de actores queribles  a estrellas, estrellitas y estrellados. Y Shonda Rhimes vivió la peor pesadilla que un creador televisivo puede tener: los nombres de sus actores se hicieron más grandes que sus personajes; y la única forma que encontró para contrarrestrarlo fue unírsele: poner su ego sobre la mesa y  ver cuál era mayor.

Algunos dirán que ganó el de Katie Heigl pero yo no estoy segura, diría más bien que el vencedor fue el de la ABC. La doctora modelo nada más ejerció su  legítimo derecho a hacer malas películas y tuvo una temporada en torno a ella para despedirse, pero la cadena la retuvo ordenando que le reiniciaran el corazón. Y  recién ahí los realizadores se dieron cuenta que escribir pensando en sus actores (y no en sus roles) sería un arma de doble filo que le daría dividendos tanto como les cortaría las manos. Recién ahí se miraron las caras y preguntaron:

«¿Lo dijiste? Te amo… no quiero vivir sin ti… cambiaste mi vida… ¿Lo dijiste? Haz un plan, fíjate una meta…  trabaja por ella. Pero ahora y cada vez más, mira a tu alrededor, vive a fondo… porque eso es todo… y podría desaparecer mañana».

Y los televidentes que acompañamos las lágrimas de Alex Karev  estuvimos demasiado involucrados para ver que detrás de ese texto de Debora Cahn había un solapado mea culpa, una declaración consciente de que hubo tiempo en pantalla desperdiciado e irrecuperable.

Good Mourning -Goodbye era un nombre elocuente para advertir que en el 6.01 no asistimos sólo a la despedida de George sino también al funeral de la meta fijada por Shonda Rhimes y Cía. Al entierro del final de serie que la guionista tenía en su cabeza cuando la creó.

Hoy, pienso y escribo esto intentando responder a la pregunta ¿por qué la 7ª temporada me gustó si a la mayoría le ha decepcionado? Tiene una gran primera parte y una segunda mitad con errores imperdonables, es verdad. Pero pese al impresentable lugar de Mark en la trama, a la condena innecesaria sufrida por Arizona de parte de los guionistas, a las doctoras con el peor método anticonceptivo del universo… nunca he tenido la sensación de hastío.

Y la razón es que ya no espero un final de serie que le haga justicia al espíritu de las cinco temporadas porque creo que ya se hizo. Está compuesto por escenas de Good Mourning -Goodbye  +  Invest in Love +I Like You So Much Better When Youre Naked.  No me griten. Está lejos de ser mi  serie finale  soñada pero es la que hay.

Ojo, no lo digo por la salida de Heigl y TR sino más bien porque en esos tres estupendos capítulos, MerDer es un matrimonio adulto, Yang elige su gift, George no sobrevive, Callie y Arizona se declaran amor entrañablemente, Alex sabe que es un buen hombre e Izzie necesita empezar de cero. Es decir,en ellos  Shonda Land pone un The End a su anterior  plan y opta por embarcarse en el «ahora o nunca» del que hablaba la quinta finale. Asumiendo las consecuencias maravillosas y horrorosas que conlleva tal decisión.

Sí. Debo remontarme a la premiere de la sexta -que se dividía temporalmente al igual que el piloto- para decir que a partir de ahí  Grey´s Anatomy dejó de lado su premisa original -ser una serie sobre aprendizaje que sigue el tránsito de la niñez a la adultez emocional de sus personajes- y se identificó con el cuerpo partido en trozos de una paciente, es decir, se declaró oficialmente en reconstrucción.  Usó como metáfora los primeros pasos, las segundas oportunidades, la sanación física-mental  y se reinició.

Quiérase o no, la salida de los dos actores del elenco original rompió el arco de derrotas-triunfos-consolidación que nos sentamos a ver el 2005, presenciamos algunos buenos capítulos sobre las cinco etapas del duelo y  desde la sala de guionistas se  abrió paso -a partir del 6.14 específicamente- a otra Anatomía de Grey. Una en que el hospital ya no es el lugar a conocer sino el santuario, el hogar. Una donde la cirugía no es la meta de los personajes  sino el gift que los define. Por momentos también fue un show centrado en la medicina, que sí aspiraría a alcanzar el espíritu ER, pero fracasaría tanto en el intento que se vería obligada a balear a sus personajes para remediarlo y… volver a empezar.

El revólver de Mr. Clark disparó un nuevo mensaje de ShondaLand al televidente:  «La vida humana se compone de opciones: vivir o morir, esa es la elección importante… y no siempre está en nuestras manos» gritaría la jefa a todo pulmón reactivando su serie a punta de honestidad; asumiendo que, en la ortografía de la serie, no es ella la dueña del punto final.

Krista Vernoff le siguió el paso re-ordenando el elenco bajo la premisa del renacimiento conjunto: «El cambio es constante. Cómo experimentamos el cambio está en nuestras manos. Podemos sentir como si muriéramos o podemos tomarlo como una segunda oportunidad» sentenciaría en la séptima premiere con talento y coraje, pues la respuesta a la crisis existencial de sus creaciones llegaría tras un viaje entrañable e inesperado hacia dentro, hacia su propia historia.

Convencidos de que para avanzar, primero hay que retroceder y rendir tributo a los orígenes, Shonda y Cía puso a Grey´s Anatomy frente al espejo para detectar cicatrices, arrugas y marcas de nacimiento.

Es que los tiros de Clark dejaron el ego de Shonda debajo de la mesa y con muy poco que perder. Sus personajes  ya no eran chicos buscando aprobación de sus superiores sino adultos y cirujanos consolidados que le preguntaron a su autor ¿Quién soy? ¿Adónde voy? ¿Para qué?

Así, el reflejo devolvió al telespectador una tercera versión de Anatomía  de Grey -distinta a la original y al experimento de «McDreamy & Friends» de la sexta- en la cual sus realizadores intentan responder dichas interrogantes  a través de metáforas de curación, creación (embarazos) y destrucción (accidentes, tiroteos) cíclicas.

A partir de ahí, Shonda Land  entendería a sus personajes como piezas pequeñas que ya encontraron su lugar dentro del SGH  y ahora  intentan encajar en engranajes mayores como el amor, el sistema, la vida, el universo; apoyándose en la idea de que eso es ser adulto.

«Estamos buscando respuestas: En la medicina, en la vida, en todo. Algunas veces las respuestas que estábamos buscando, estaban escondidas justo bajo la superficie. Otras veces encontramos respuestas cuando ni siquiera nos habíamos dado cuenta que estábamos haciendo una pregunta», argumentan en el 7.07 y quizás tengan razón, tal vez ser adulto sea saber que las  verdaderas respuestas están dentro de uno.

La séptima temporada se mira a sí misma, cuestiona y homenajea su propio modus operandi. Acierta cuando habla de ADN, de frikis en busca de sus pares, de talentos que dan vida y una razón de ser. Se da el lujo de hablar de universos regidos por dioses arbitrarios y crueles e, irónicamente, se equivoca y decae en una segunda mitad complaciente que calcula demasiado los daños, que se enreda intentando darle el gusto a todos en teoría, o sea, a nadie en concreto.

La séptima temporada -con sus imperfecciones y riesgos- me dejó con buen sabor de boca debido a que  experimenta con nuevos formatos de narración y  trata sobre la adultez de los protagonistas más que ninguna otra season, pues postula que ser adulto es eso: probar estilos hasta asimilar que quedar bien con todos es imposible. Que las medias tintas a la larga desfiguran los trazos. Que tu vida está escrita por ti, pero no eres la dueña del punto final.

Hoy escribo esto pensando que tal vez convertirse en adulto consiste en pararse frente al espejo para detectar cicatrices, arrugas y marcas de nacimiento. Borrarlas, maquillarlas y mirarnos otra vez cada día, esperando que el reflejo  devuelva una imagen en la que ya no estén.

 O quizás es darse cuenta que la curación absoluta es una utopía. Que crecer marca. Que ser mayor tiene su precio.

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15 comentarios

  1. malena

     /  21 agosto, 2011

    OLE,OLE Y OLE!!! SI SEÑORA!! Me quito el sombrero ante tí,completamente de acuerdo.Dejé de ver la serie en la 3ª temporada,hace unos meses me topé con la 7ª (me encantó y pensé ¿ké es esto,cómo han llegado a este punto de no retorno? Hice el viaje a la inversa y tengo esperanza en el futuro de adultos. 😉 Saludos

  2. Increible tu post, siempre los leo pero no los comento, pero este comparte totalmente ese pensamiento , esa sensacion que tengo de Grey’s… Concuerdo contigo, que aunque a muchos no les gusto la septima temporada, a mi me gusto bastante porquevimos a estos doctores actuando como adultos y cuando se llega a ser adulto se cometen muchos errores, pero que poco a poco te iran formando para el futuro…. Gracias…

  3. Houses

     /  21 agosto, 2011

    Es un gusto volver a leer a Celine que siempre me deja con una sensación de querer más. Que bonita reflexión.

  4. lelo

     /  22 agosto, 2011

    Decir que GA 7t esta bien ,es….como minimo fanatismo puro y duro…en fin………….

  5. Oscar

     /  22 agosto, 2011

    Quisiera agregar…
    La vida es un proceso limitado a varios pasos: nacer, crecer, hacer y perecer, pero existe una traba que extrapola la simpleza de tales sucesos a algo fuera de lo entendible, y es que el orden no siempre es así. La coherencia de una trama no dependería entonces de la linealidad de la historia, ésta siempre puede reescribirse, sufrir reveses o hasta pausar temporalmente. «Volver atrás» es quizás la mejor manera de proseguir, en todo caso caemos por la necesidad de levantarnos más empinados que antes.

    En Anantomía de Grey la trama a muchos se les pierde, creen a veces que la esencia del programa desaparece y recalcan los fallos como si los guionistas de origen hubiesen sido suplantados. Lamentan otros que la «magia» se esfumó junto con varios personajes del elenco principal y que desde entonces Shonda hace lo opuesto a Meredith y aletea mientras puede intentando evadir el naufragio. La realidad es que Grey’s Anatomy es hoy otro programa al que era o solía ser y siendo más reflexivos aún, nunca ha dejado de ser otro programa. Cada año, cada mes, cada semana la serie se reinventa a sí misma, sin embargo al mismo tiempo va llenando todos los huecos del pasado, complementando todavía la tesis que le dio origen. Y es que muchos fans no entienden que la «esencia» que tanto defienden no está aún completada. No se trata de que las nuevas temporadas le hagan honores a las primeras, se intentan madurar las experiencias, se intenta seguir creciendo en lugar de morir con la alternativa…

    Han sido 7 años de una ficción más suceptible al dolor que la realidad, 7 temporadas de radicalismos tanto como de consesiones y flexibilidades. Muchas veces ni siquiera la habilidad del actor es capaz de reconocer la posición de su personaje. Hay que hacer justicia y observar cada detalle, cada momento ilusorio como parte de un todo, de un universo que solo encuentra justificación en el afán de cada uno de sus componentes…

  6. Girvinia

     /  22 agosto, 2011

    Celine…. impresionante tu post…. im-presionante. Gracias!!! : )

  7. Keysi

     /  22 agosto, 2011

    Celine realmente apasionado, limpio y magnifico tu post.. me encantó es mucho de lo que pensé durante la séptima temporada, que si bien no es nuestro Grey’s de antaño, es una nueva forma de interpretar las cosas, no puede ser lo mismo ya que están en otra etapa.
    Me encanta la interpretación doble que diste de los monólogos, como un mensaje claro de Shonda para todos los que seguimos su planeta de forma casi de idolatría. 🙂
    Como siempre Celine, tu aporte grandioso nos deja bien preparados para afrontar una nueva temporada sin tantas expectativas, sino más bien con realismo.. 🙂
    Saludos.,

  8. Buenaaaa Celine! me gustó tu post

    Para mi sería imposible dpues de 7 años ver a Mer emborrachandose con tequila y durmiendo con la mitad de Seattle por temor al compromiso o a Alex siendo un imbecil creido por los pasillos interesado en plastica.

    Hay que crecer cierto? aunque crecer apeste?

  9. Miguel

     /  23 agosto, 2011

    Maravilloso post! Felicidadees, me ha encantado

  10. Celine

     /  23 agosto, 2011

    Muchísimas gracias por sus comentarios y felicitaciones! Olvidé darle el crédito a la canción de Roque Narvaja por el título del post-it
    Saludos:)

  11. Una increíble reflexión, C.
    Gracias por ella 🙂

  12. Tere

     /  29 diciembre, 2012

    Tal cual, increíble el post…mejor dicho..imposible!!

  13. pfff……..
    MAGESTUOSO!!!!!!!!!

  1. Post-it [#67]: Corazón Delator « Seattle Grace Hospital
  2. Post-it [#68]: Corazón en una caja « Seattle Grace Hospital

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